miércoles, 9 de enero de 2013

Jacquès Dupin


Escribir sin punto de anclaje, sin punto de mira, riesgo absoluto, espacio abierto.... precipicio de la lengua, laconismo de funámbulo,-- y el titineo de la muerte que se acopla a la escritura, que se enreda con ella.
Escribir apartándose de los especular, del simulacro. de la deflagración. del deslizamento... alrededor de los ojos, en el fondo mismo del ojo, fuera del alcance de la mirada... escribir siendo la travesía del soplo, la imposible travesía... siendo lo imposible.
Un viejo argelino perdido, analfabeto, perdido entre los pasillods del metro République, un papel arrugado entre sus manos... lo único que pide: leer, haber leído, haber escrito. Leer para él, liberar las palabras, liberarle del desconocimiento de las palabras,-- y traducir en gesto, quizas para su supervivencia, la barrera, el hermetismo de toda escritura.

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