Has muerto y has resucitado. Te creímos viva entre nosotros. Nada más erróneo.
Cuántas veces más cierta ahora que cuando te tuve a mi lado. Cuántas veces más cierta
esta noche en que la sensación de tu tacto vuelve, y tú surges de entre mis manos,
nacida de mí, para mí siempre, solamente tú; tú, al fin.
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